Nos desplazabamos por los bares sedientos de noche,
el olor a húmedad por el alcohol impregnado en el piso nos atrajo
sentía la necesidad de follar, sentías la necesidad de amar
el clima invitaba y la diversión se abría de piernas
instintivamente me puse en la barra en mi pose típica
miré hacia la pista en esa batalla incesante de luces
turbias escenas de cuerpos moviéndose por el deseo,
Y Morrissey llevando la batuta de esa danza macabra
El huevo o la gallina, fuiste tú o fui yo, da igual
Lo que importa es que bailabas sola y me sonreías
tus grandes ojos me encantaron y me dieron la bienvenida
ni tu nombre pregunté ni tu el mío sin embargo nos tocamos
Nuestros cuerpos intactos y nuestras mentes pervirtiéndose
hasta que te tomé por atrás y sentí un leve gemido,
me hundí en tu cuello, cual Alucard se prepara para el festín
pregunté tu nombre, me dijiste que no parara
Se acabó esa fiesta para nosotros y comenzó la de las sábanas
saltando en mis dudas, probé tu centro de almibar oscuro
cálida penumbra de un verano fatal en el que te conocí
un poco de todo y un poco de nada sentí,
Juntos escribimos nuestro mejor poema erótico,
y yo aporté mi sello personal trágico como final,
un poco de todo y de nada a la vez fuimos,
de pronto la noche desapareció
El sol me golpeó burlándose de mi,
El cuadro que enfrenté fue peor que la resaca
y de pronto estaba solo, con un lapiz y un papel
poniendo el punto final a un poco de todo y de nada a la vez.
