¿Será que el mar me tienta y me seduce
Y me logra apartar de tierra firme?
¿Será que soy un anfibio o un pez?
¿Será que quizás tan solo soy un masoquista?
Mar silente, majestuoso e infinito…
Eres el vino del dipsómano
No tiene límites tu mente ni tus emociones
Pero no reconoces que tus alas son extensas,
No reconoces que la libertad no esta en hacer lo que sea nuestra voluntad
(La libertad es libre, por eso que no es de nadie, tan libre como para esclavizarte)
Tu oleaje me embriaga y el reflejo de tus aguas me encandila como dos luceros,
Dos luceros que no me guían, sino que por el contrario
Son la perdición misma en las arenas de mis emociones
Son el sueño de la locura y la insaciedad de lo inconfesable
Sicalípticas son las curvas de tu oleaje
Olas que me refrescan y me acaloran
Olas en las que no me cansaría de nadar
Olas que me están haciendo naufragar
Tu eres eve* pero también eres la muerte,
Eres la vida que me espera cuando muera,
Eres sal y refresco, profundidad y agonía
Tú no eres la luna sino el mar que reacciona según los designios del satélite
Y agitas tu oleaje en función de ella, ella es tu guía
Y por lo tanto tú manejas mis sensaciones
Pero no opongo mayor resistencia y me entrego
Aunque estoy advertido y el peligro es elocuente…
…¡Quiero morir en el abrazo envolvente de tu niebla,
Quiero empaparme de ti, oh mar de locura!
Yo no quiero salvarme mediante el sacrificio
La cruz no salva a nadie, nosotros no tenemos salvación
Nuestra alma esta maldita por esencia, no tenemos escapatorias
Y ante este escenario, debemos jugarnos nuestras mejores cartas, sin miedo a perder…
…Porque el perdedor es justamente aquel que mejor conoce lo que es vivir
Tengo miedo de ahogarme en tu ser, mar profundo
Pero me moriría de todas maneras si no lo intentara,
¡Oh mar venerado! Quiero tener la valentía de encontrar en ti la muerte,
Para renacer siendo parte de ti, y sellar al fin, esta profecía vital.
*en hebreo significa mujer y vida
